Dodo Café es un homenaje a los bares en extinción, como el ave dodo que fue extinto a manos de los cazadores por su plumaje.
Dodo Café retoma este peculiar pájaro para hacer la analogía de un bar del que ya no hay, del que se ha perdido por la saturación de lugares con escenas para gente muy joven y que han sido absorbidos por cazadores cortándoles lo mejor de su plumaje para crear nuevos conceptos sin alma.
Aquí se retoma el bar parroquiano, el del trato personalizado y de la buena música.